martes, 19 de noviembre de 2013

Miedo a la hoja en blanco

A todos nos ha pasado. Nos sentamos delante del ordenador con una idea estupenda en la cabeza y luego nos quedamos parados, como si las teclas tuvieran caracteres chinos y no supiéramos por dónde empezar.

Algunos llaman a esto "el miedo a la hoja en blanco". Como nosotros creemos que todo tiene solución (casi) siempre, os dejamos aquí algunos consejos para afrontar la ausencia de las musas.

Haz una lista.
Puede parecer una tontería, pero a veces es la mejor forma de organizar nuestras ideas. ¿Qué quiero contar? ¿Por qué lo quiero contar? ¿Quién va a escucharlo? Un truco clásico es recurrir a las famosas cinco Ws del Periodismo.

Escribe a diario.
Practicar, practicar y practicar. Cuando nos dedicamos a la escritura, incluso en los casos de un blog, tenemos que obligarnos a dedicar todos los días un rato a ello. Convertirlo en hábito, de forma que con el tiempo las palabras fluyan solas cada vez que tengamos algo que contar.

Consulta otras fuentes.
Debemos leer mucho si queremos escribir bien. La observación es importante en todas las ciencias y las artes, por lo que en la escritura no ha de ser menos. Informaos sobre lo que dicen otros sobre el tema, contrastad fuentes y forjad una opinión. En cuanto tengáis un pensamiento sólido, la mecanografía saldrá sola.

Habla sobre lo que sabes.
Y si no sabes... ¡consulta! A los usuarios NO les gusta leer contenido vacíos o sin criterio, no quieren opiniones vagas o basadas en absolutamente nada: buscan información inteligible y útil, de igual manera que la buscamos nosotros cuando queremos informarnos sobre algo.

Planifica y estructura.
Las palabras deben tener sentido y estar bien hiladas. Debemos pensar bien cómo queremos contar nuestras ideas. Lo mejor para eso es empezar a escribir: poco a poco irá saliendo la estructura que queremos y el resultado final será un artículo bien ideado.

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